Hoy en día se habla mucho del maltrato, no solo de hombres a mujeres, sino también de mujeres a hombres. Hay temporadas en las que salen diariamente casos en las noticias de mujeres asesinadas por sus parejas, y cada vez son más las asociaciones y las ayudas que se ponen a disposición de las personas que sufren maltrato. Luchan por darles una salida a esas personas, un apoyo para no enfrentarse solos a la situación dramática que han estado viviendo. No es que antes no ocurriesen estas situaciones, sino que no se hablaba de ello o no estaba tan mal visto que, por ejemplo, un hombre pegase a su mujer. Ahora, contamos con mucha información y con muchos programas que tratan de prevenir estas situaciones.
Aun así, a pesar de todo ello, se están empezando a dar estas conductas en parejas adolescentes, principalmente de hombres hacia mujeres. Cada vez son más las chicas que lo aguantan todo, con una visión romántica del amor en la que se sienten protegidas por una figura dominante. Sin embargo, no tienen conciencia de estar en una situación de abuso o maltrato, y al no sentirse víctimas no hacen uso de todos los recursos asistenciales que se han puesto a su disposición.
Los estudios llevados a cabo hasta el momento hablan del abuso no percibido, aquel que la mujer no lo siente como tal, pero que existe. Dejan que ellos les controlen por las redes sociales, las fotos que suben y las personas con las que hablan, pensando que eso forma parte de la intimidad y la relación. Son humilladas y coaccionadas, pero al no existir violencia física, no se consideran maltratadas y lo permiten, dado que su dependencia psicológica les hace continuar en la relación.
¿Cómo puede ser que, en pleno siglo XXI, una adolescente acepte que su novio le humille públicamente, le insulte o le controle cada movimiento que hace? Las personas maltratadas recurren a unos mecanismos de defensa, tales como la negación o racionalización, que eliminan la ansiedad que produce el no entender lo que está pasando, y les impide analizar la situación de manera objetiva. Pasan a considerar que el hecho de que sean controladores, con la ropa, los planes o los amigos, se debe a que les quieren mucho y se agarran a los momentos en los que han estado bien para pasar los malos ratos.
Requiere mucho trabajo y esfuerzo aceptar lo que está ocurriendo, y mucho más cortar los lazos que les unen a las personas que ejercen el abuso. Es complicado, ya que la víctima ha justificado cada una de las agresiones en su cabeza, les ha dado una explicación lógica que va a costar romper porque se han autoconvencido.
Además, no podemos olvidarnos de la dependencia emocional. A pesar de leer sobre el tema, sigue impresionando la fuerza que tiene, ya que incluso cuando son conscientes de que existe un maltrato y de que se trata de una relación nociva y peligrosa, sigue siendo complicadísimo salir de ese círculo.
Es complicadísimo, pero no imposible. Puede lograrse, pero lo más importante es conseguir descubrir la realidad que viven, hacerse consciente. De ahí en adelante, existen herramientas que pueden ayudar a la persona a superarlo. No hace falta hacerlo solo. Si eres una persona que cree que se encuentra en esta situación, o conoces a alguien, desde la Consulta Psicológica Madrid te animamos a solicitar ayuda. Hay muchos recursos disponibles que te ayudarán a salir de esa situación, y a llegar a donde quieras.
Sofia Galdos Isusi BI-04637