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Psicología Adolescentes

La adolescencia es un período de la vida en la que la confusión es el aspecto dominante. En ella se inician nuevas relaciones con los padres y con el exterior, se produce una ruptura con el mundo infantil. Además los cambios fisiológicos también tienen que integrarse en la vida de los adolescentes de manera que estos puedan adaptarse a su nueva imagen corporal.

No todos los adolescentes viven estos cambios de la misma manera, ya que depende del entorno que tenga cada uno, a parte de las experiencias personales ya vividas anteriormente. Lo que sí está claro es que no se trata de una época fácil, ni para los propios adolescentes, ni para los padres y educadores.

No siempre lo consiguen solos y en ocasiones, necesitan orientación y apoyo tanto los padres como los hijos. Las orientaciones que se dan en esta época, generalmente son bien recibidas por padres, que se sienten incompetentes y por los adolescentes, confundidos e incomprendidos que encuentran en los terapeutas un apoyo para poder seguir adelante.

La adolescencia es el periodo clave en el desarrollo de la autoestima. Es a partir de este momento cuando el individuo empieza a ser independiente y a moldear su identidad. Para que esto suceda adecuadamente, el adolescente necesitará de una buena autoestima y del apoyo de sus familiares y amigos. En esta edad, la autoestima se genera a partir de la valoración propia sobre los acontecimientos vividos hasta la fecha y sobre las consideraciones de las personas más allegadas.

El adolescente con una buena autoestima está seguro de sí mismo, actúa de manera independiente y sin miedo, asume responsabilidades, afronta nuevos retos, posee más habilidades sociales y es más productivo y competente.

El joven con una baja autoestima es excesivamente crítico consigo mismo, le cuesta aceptar las críticas y las concibe como un ataque, es pesimista y muy perfeccionista, le cuesta tomar decisiones ya que teme equivocarse y desagradar a los de su alrededor y habitualmente se deja llevar por las decisiones de los demás. Esta persona se siente insatisfecha con ella misma y este sentimiento evidentemente va a influir de manera negativa sobre su rendimiento y habilidad social.

¿QUÉ SÍNTOMAS SON INDICATIVOS PARA ACUDIR AL PSICÓLOGO?

 

  • Autocrítica severa: tendente a crear un estado habitual de insatisfacción consigo mismo
  • Hipersensibilidad a la crítica: que la hace sentirse fácilmente atacada y a experimentar resentimientos pertinaces contra sus críticos
  • Indecisión crónica: no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse
  • Deseo excesivo de complacer: no se atreve a decir «no», por temor a desagradar
  • Perfeccionismo ilimitado
  • Culpabilidad excesiva: se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo
  • Hostilidad, irritabilidad a flor de piel: siempre a punto de estallar aun por cosas de poca importancia, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface

 

Entre un 25% y un 35% de adolescentes presentan problemas persistentes para comer adecuadamente. Entre los desajustes alimenticios más comunes, encontramos los problemas de conducta a la hora de las comidas, la negación a tomar un sinfín de alimentos, los retrasos para masticar o tragar o prolongar en exceso el tiempo de la comida. Los problemas de esta actitud pueden ir desde la desnutrición, las dificultades en el desarrollo hasta los problemas de conducta. Los problemas más graves derivados de la actitud anteriormente citada son la anorexia o la bulimia nerviosa. Se caracterizan por un patrón alimentario alterado y, de manera paralela, la práctica de comportamientos encaminados a subsanar los efectos de la ingesta.

Las personas con anorexia tienen un miedo exagerado a aumentar de peso y su vida gira en torno al deseo de adelgazar. Evidentemente, se trata de personas con una visión de su imagen corporal totalmente distorsionada a las que les embarga un sentimiento general de rechazo e ineficacia personal. Algunos de los síntomas físicos presentes en una persona anoréxica son: frío, fatiga, lanugo, y colitis. En estados avanzados puede presentarse la pérdida de la menstruación.

La bulimia se caracteriza por la presencia de atracones que no pueden controlarse, seguidos de conductas compensatorias encaminadas a evitar el aumento de peso. Como en la anorexia, su apreciación sobre la imagen corporal también se ve alterada.

¿QUÉ SÍNTOMAS SON INDICATIVOS PARA ACUDIR AL PSICÓLOGO?

 

  • Control excesivo de los alimentos que ingieren, manteniendo hábitos poco saludables
  • Obsesión por la imagen corporal
  • Su estado de ánimo se caracterizará por la tristeza, la melancolía, la soledad, la rabia…
  • Personalidad muy marcada e insegura (perfeccionismo, facilidad para la frustración, indefensión ante los problemas, pasividad, baja autoestima, falta de decisión), ayudando a que el problema se focalice exclusivamente en el aspecto físico
  • Son personas poco decididas, con muchos “peros”.
  • Falta de expresión de lo que piensan por miedo al enfrentamiento y a las posibles consecuencias (no ser queridas o valoradas por esa persona)
  • Tendencia al aislamiento social: dejan de comunicarse y salir con los demás por miedo a las situaciones sociales que impliquen comida (cenas, salida a casa de amigos…), inventan miles de excusas con tal de no acudir a la cita, por este motivo los demás poco a poco les van dejando de lado
  • Cambios en el estado de ánimo y carácter causados por la disconformidad y la rabia que sienten

 

El consumo de sustancias psicoactivas como el tabaco, el alcohol o las drogas ilegales son uno de los principales problemas a los que se enfrenta la juventud de las sociedades occidentales. Los motivos por los que los adolescentes se inician en dicho consumo son múltiples pero, entre otros, se pueden destacar: la curiosidad por saber qué se siente, la presión que ejerce su grupo de iguales y la necesidad de sentirse aceptado y formar parte del grupo, la información distorsionada sobre el efecto negativo de las drogas o la creencia de que los efectos momentáneos de las drogas son “positivos”

Además, también hay ciertas conductas o factores considerados de riesgo como son tener una mala relación con la familia, la falta de disciplina, la disconformidad con los valores sociales establecidos, el bajo rendimiento escolar, la presencia de alguna psicopatología, una baja autoestima, la presión por parte del grupo de amigos o el mero hecho de querer ir en busca de nuevas sensaciones y emociones.

¿QUÉ SÍNTOMAS SON INDICATIVOS PARA ACUDIR AL PSICÓLOGO?

 

  • Obsesión: su vida se vuelve monótona, todo gira alrededor de la adicción
  • Falta de control, negación
  • La relación con la familia y amigos se altera: aparecen discusiones frecuentes, la comunicación se interrumpe, hay pérdida de confianza, alejamiento…
  • Estado de ánimo negativo e irritabilidad, actitudes defensivas, pérdida de autoestima e intensos sentimientos de culpa
  • Se vuelven egoístas y egocéntricos: no les importa nadie más que ellos mismos
  • Suele restar tiempo a sus estudios/trabajo: se despreocupa de sus obligaciones, disminuye la productividad y la calidad, llega tarde…
  • Los ahorros se agotan y suele aparecer el endeudamiento, motivo por el cual en muchos casos la persona se ve obligada a cometer pequeños hurtos o a recurrir a actividades ilegales como vender droga
  • A nivel físico, pueden aparecer dificultades orgánicas como cirrosis, trastornos cardiovasculares

 

Las familias están cada vez más sensibilizadas acerca de los problemas de conducta de los adolescentes ya que éstos se han ido incrementando en la sociedad de forma progresiva provocando una gran preocupación. El comportamiento normal o adecuado suele estar determinado por el punto de vista social, cultural y el desarrollo que se adopte. Conocer aquello que se puede esperar del adolescente en este periodo ayudará a determinar cuándo un comportamiento no es normal y hasta qué punto necesita la orientación de un profesional.

El origen de estos graves desajustes suele ser multi causal; es decir, que los factores individuales, familiares como las pautas educativas desajustadas, sociales como un desarrollo psicosocial deficiente así como los factores evolutivos, juegan un papel muy importante en el desarrollo y en el mantenimiento del problema.

En general los problemas de conducta vienen determinados por la presencia de un patrón de conducta persistente, repetitivo e inadecuado para su edad.

¿QUÉ SÍNTOMAS SON INDICATIVOS PARA ACUDIR AL PSICÓLOGO?

 

  • Incumplimiento de las normas sociales básicas de convivencia y oposición a los requerimientos de las figuras autoritarias
  • Agresión física o verbal hacia personas y animales: iniciar peleas físicas, usar utensilios peligrosos en las peleas, obligar a practicar relaciones sexuales…
  • Destrucción de la propiedad: prender fuegos, destruir objetos de otros, forzar la entrada de coches, casas…
  • Violación grave de las reglas: desobediencia, no llegar a casa a la hora, escaparse, no acudir a la escuela, contestar maleducadamente y faltar el respeto a iguales y a adultos…
  • Sentimientos de enfado, resentimiento, irritación y enojo, baja tolerancia a la frustración, la cual suele desencadenar en rabietas y falta de colaboración

 

Existe la creencia de que las conductas sociales son innatas, así la simpatía o el éxito social se atribuyen con frecuencia al “carisma” o “a ser mas lanzado” entendido cómo características que posee el individuo. Sin embargo, este tipo de creencias no se corresponden con la realidad ya que las conductas sociales se adquieren a través de la experiencia en un proceso de aprendizaje. Cuando practicamos determinadas habilidades sociales y obtenemos éxito social, tenderemos a utilizarlas en el futuro y adquiriremos más práctica en ellas. Sin embargo, la fobia social, la timidez o la introversión son síntomas de la adquisición errónea de habilidades sociales.

Fobia Social

Cuando hablamos de fobia social hablamos de una timidez exagerada. La timidez es algo que puede ser normal ante ciertas situaciones, y sólo cuando esta llega a constituir un problema e interfiere en la vida de la persona hablamos de fobia social.

La fobia social se caracteriza por el miedo ante las situaciones sociales. Estas situaciones se intentan evitar, y cuando se enfrentan, la persona suele tener pensamientos anticipatorios negativos acerca de su desempeño. Se inicia en la adolescencia y si no se recibe tratamiento suele ser un trastorno crónico. Además, en esta etapa evolutiva se agudiza más por:cambios hormonales que suelen producir aumento de la vergüenza y de la irritabilidad, cambios físicos del propio cuerpo que provocan inseguridad y problemas de aceptación y cambios en los roles sociales (se pasa de la etapa de niño a preadulto).

Hay dos tipos de fobia social: la fobia social generalizada en la que el miedo se relaciona con la mayoría de las situaciones sociales; y la fobia social situacional en la que la ansiedad social se circunscribe a situaciones específicas como, por ejemplo, hablar en público, iniciar y mantener conversaciones con desconocidos, hacer valer sus derechos, o dirigirse a determinadas figuras de autoridad. También puede tener miedo a ruborizarse, temblar, hablar o comer en público.

¿QUÉ SÍNTOMAS SON INDICATIVOS PARA ACUDIR AL PSICÓLOGO?

 

  • El miedo anticipatorio ante las situaciones sociales
  • La preocupación por la posibilidad de ser juzgado o evaluado negativamente
  • El temor a que las otras personas se percaten de su ansiedad o a parecer débil, “loco”, estúpido o ridículo
  • Inhibición social, aislamiento, inseguridad, ansiedad, depresión y baja autoestima
  • Ataques de pánico: taquicardias, sudoración, dificultades para tragar y mareos

 

Introversión

Es necesario distinguir entre timidez (dificultad a la hora de relacionarse socialmente con los demás) de la introversión (ausencia de necesidad de la relación social o el contacto con otros).

La introversión es una característica propia de personas cuyo interés está orientado en actitudes internas de la persona. Prefieren realizar actividades a solas antes que con gente, disfrutan estando solos o con pocos amigos, huyen de las multitudes, se sienten fuera de lugar en fiestas o celebraciones multitudinarias. Para ellos, la soledad, la intimidad y aislarse de vez en cuando es una necesidad.

¿QUÉ SÍNTOMAS SON INDICATIVOS PARA ACUDIR AL PSICÓLOGO?

 

  • Inflexibilidad y rigidez en sus tareas como en sus pensamientos
  • Elevado pesimismo y autocrítica, no aceptando las críticas de los demás y cualquier comentario hacia su persona, lo consideran como un atentado hacia su intimidad
  • Baja autoestima, poseyendo sentimientos de inferioridad y de culpabilidad y no gustándoles quedar mal y con frecuencia sintiendo vergüenza delante de los demás
  • Excesiva timidez
  • Incapacidad de expresar sus sentimientos, sus deseos y sus objetivos (p.e. si algo le molesta, no lo dice)
  • Apatía, no deseando tener emociones nuevas, no sintiendo interés por las aventuras ni por lo desconocido y conformándose con su vida tal como es

 

AULA NESPLORA

En ocasiones vemos cómo nuestro hijo tiene dificultades para afrontar la vida escolar con éxito y se ve incapaz de realizar cualquier tarea escolar con autonomía, planificar su tiempo y/o aplicar técnicas de estudio.

Uno de los errores más comunes es pensar que cuánto más tiempo esté nuestro hijo delante del libro, más posibilidades tendrá de aprobar la asignatura. En cierta medida, asociamos su rendimiento con el número de horas que pasa dentro de su habitación.

A veces, tratamos de ayudarle con los deberes, le explicamos cómo debe hacerlos, etc., pero una vez que se vuelve a quedar solo sigue necesitando nuestra ayuda y no entendemos lo que está fallando ni cómo evitar el fracaso escolar.

Lo cierto es que consolidar unas técnicas de estudio y de organización del tiempo es fundamental para que se enfrente a los distintos retos que se va a encontrar a lo largo de su vida, por lo que le tenemos que dotar de recursos y herramientas para que no dependa de nosotros.

¿CUÁNDO ACUDIR AL PSICÓLOGO PARA MEJORAR EN LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO? TU HIJO…

 

  • No sabe organizar su tiempo
  • Se distrae con facilidad
  • Subraya todo el texto
  • Desconoce cómo hacer un esquema o un resumen
  • No aplica reglas de memorización

 

Conocer las diversas técnicas de estudio e identificar en qué momento tienen que aplicar cada una de ellas es la clave para hacer frente al fracaso escolar.

A veces los adolescentes son tímidos y están preocupados por su físico y esto lleva a que no hagan preguntas acerca del sexo a sus mayores. En otras oportunidades pueden recibir información errónea de sus amigos y compañeros.

En otras ocasiones, puede ocurrir que sus experiencias sexuales las realicen en situaciones de riesgo de embarazos no deseados o de posibles contagios de enfermedades de transmisión sexual. El frecuentar situaciones de riesgo puede indicar problemas emocionales o reflejar una necesidad de vivir al límite.

Para prevenir dichos problemas sexuales es importante ofrecer a nuestros jóvenes la adecuada información y orientación sexual. En la Consulta Psicológica Madrid podemos orientar a los padres y ayudar a los jovenes

Los trastornos de adaptación son, en esencia, reacciones emocionales o de la conducta que interfieren con la actividad social del niño o del adolescente. Su característica fundamental es que se producen siempre después de un cambio vital con consecuencias «desagradables» o un acontecimiento que ha sido estresante para la persona. Según explican desde la Sociedad de Psiquiatría infantil de la Asociación Española de Pediatría (Aeped), ante estas situaciones estresantes o negativas «los niños y adolescentes pueden tener dificultades para adaptarse y desarrollar síntomas que les dificultan la vida diaria»…

De este modo, cualquiera puede sufrir un trastorno de este tipo después de haber pasado por una situación difícil. Ahora bien, no todos los jóvenes que pasan por estas situaciones acaban desarrollando estos trastornos: esto es porque hay personas más vulnerables que otras a sufrir estas dolencias. Situaciones que pueden producir trastornos adaptativos:

– Duelo por el fallecimiento de una persona cercana.

-Enfermedades que requieren hospitalizaciones frecuentes.

-Enfermedades importantes de uno de los padres.

-Adaptación a nuevos modelos de familias, separación de los padres, etc.

-La ruptura de una relación con los amigos.

-Bullying o acoso escolar.

-Fenómenos de inmigración, emigración e intercambio cultural.

-Cambio de etapa escolar (inicio de la escuela o instituto).

-Nacimiento de un hermano.

¿CUÁNDO ACUDIR A UN PSICÓLOGO?

La Aeped comenta que los síntomas suelen aparecer justo después del acontecimiento estresante o, como mucho, un mes después. Asimismo, generalmente no duran más de seis meses, aunque es posible. «Sin embargo, la mayoría de las veces, si se prolongan en el tiempo o empeoran se podría pensar en otro diagnóstico como depresión o ansiedad», matizan los pediatras. Entre los síntomas más comunes que pueden ponernos en la pista sobre si nuestro hijo puede estar sufriendo un trastorno adaptativo destacan:

-Sensación de malestar

-Síntomas depresivos como tristeza, llanto, ideas de inutilidad, apatía, desmotivación, insomnio

-Síntomas de ansiedad: excesiva preocupación, tensión, miedos, intranquilidad, síntomas físicos, …

-Alteraciones de la conducta: ira, agresividad, comportamiento antisocial (sobre todo en adolescentes).

-Conductas de cuando era más pequeño (fenómenos regresivos) como orinarse encima (cuando ya estaba controlado), lenguaje infantil, chuparse el dedo (sobre todo en niños en edad escolar).

En la siguiente tabla aparecen los tipos de trastornos de adaptación existentes y los síntomas que suelen aparecer en ellos, aunque dichos síntomas variarían en función de la personalidad, experiencias previas y características biológicas de cada joven.

 

Tipo Síntomas
Trastorno de adaptación con ansiedad Preocupación e inquietud.

Temor a separarse de la gente importante.

Nerviosismo.

Ansiedad

Trastorno de adaptación con depresión Tendencia a llorar.

Visión negativa y pesimista.

Depresión

Trastorno de adaptación con alteración de conducta No cumplir con sus responsabilidades.

Pelearse continuamente.

Destruir cualquier cosa, a pesar de que sea de otra persona.

Problemas de conducta severos

Estos tres tipos no son excluyentes, sino que muchas veces se combinan.

El pronóstico de estos problemas dependerá del tratamiento, conviene que se acuda al psicólogo para hacer la consulta cuanto antes ya que el apoyo terapéutico hará posible que el joven continúe desarrollando su vida normalmente. Aunque en un momento de la vida todos hemos pensado que nadie nos puede ayudar (por ejemplo, no vamos a recuperar a un ser querido), nuestra experiencia en terapias de este tipo nos hace pensar que se puede vivir mucho mejor, menos infeliz o incluso, feliz, aunque haya aspectos irrecuperables.

Adolescentes Violentos: Cómo identificar el tipo de agresividad típica de los adolescentes y consejos para manejarla.

El número de adolescentes agresivos en nuestra sociedad se ha visto aumentado en el último tiempo de una manera sorprendente.

 

Definición de Agresividad

La agresividad no siempre implica violencia.

Se puede expresar de tres maneras diferentes según los especialistas en conducta adolescente Josep Cornellà y Àlex Llusent:

  • Agresividad Adaptativa

Entendida como una respuesta fisiológica esperable en determinados contextos. Se trataría de una función de superviviencia, presente también en el reino animal.

  • Agresividad Maladaptativa

Se trata de una agresividad desinhibida o no regulable. La respuesta del sujeto no es proporcional al estímulo que la causa.

La Agresividad Maladaptativa es la que mayor preocupa a padres y educadores puesto que ésta surge sin una causa “aparente” y sin motivo alguno.

  • Se trata de una manifestación en el adolescente debido a fallos internos de origen psicológico.
  • De ahí que la Agresividad Maladaptativa sea la que más probabilidad tiene de desembocar en violencia.

 

Agresividad y Violencia

El cerebro durante la adolescencia está en un momento muy sensible a la influencia de su entorno, a la baja autoestima y a la ansiedad. La adolescencia es un duro camino para el que lo vive repleto de cambios y confusiones que no hacen otra cosa que incrementar el malestar que ya de por sí viven los adolescentes. Es por ello que los adolescentes sean más propensos en esta etapa a conductas agresivas.

Sin embargo, lo realmente preocupante para los padres es que el comportamiento agresivo de su hijo pase a ser violento. Está aquí lo verdaderamente alarmante: la violencia.

 

Definición de violencia

El elemento básico de la violencia es el daño, ya sea físico o psicológico.
Por ello, se hablarán de conductas violentas en los adolescentes cuando de una manera intencionada se hace uso de la fuerza con fin de causar lesiones, muerte y/o daños físicos y psicológicos.

  • Empujar
  • Arañar
  • Golpear
  • Abofetear
  • Dar puñetazos
  • Pegar patadas
  • Amenazar con objetos

Son algunos ejemplos de manifestaciones violentas por parte de adolescentes que tan graves consecuencias generan para ellos y para su entorno, sobre todo para sus padres.

 

¿Existe realmente un problema?

Se debe conocer el límite donde termina una conducta agresiva (habitual en los adolescentes) y donde comienza una conducta violenta.

¿Cómo?

3 características cuando se de en su hijo un comportamiento violento:

  1. Duración del comportamiento violento.
  2. Intensidad del comportamiento violento
  3. Número de veces que se da el comportamiento violento

Estas tres características juegan un papel directamente proporcional con la violencia, esto es, a mayor duración; a mayor intensidad o a mayor número de veces del comportamiento violento, mayor problema existe en el adolescente.
Por ello, más preocupados deben estar los padres por el desarrollo y evolución de su hijo.

  • Que interrumpa el desarrollo evolutivo del adolescente.
  • Que cree malestar significativo para el adolescente a nivel personal, familiar, escolar y/o social.
  • Que cree malestar significativo para el entorno del adolescente a nivel personal, familiar y/o social.

Son indicadores para que los padres se mantengan alerta de la conducta de su hijo, pues ésta puede llegar a desarrollarse en una grave enfermedad para el adolescente con serias consecuencias.